jueves, 1 de enero de 2015

Triumph Tiger 955i


Mi moto está de enhorabuena y quiere compartirlo con vosotros. Jejeje. ¡¡¡Qué fantástica!!!.


Desde que estrené la moto en enero de 2006, sabía que llegaría a esa cifra. Es la primera moto a la que le hago tan emblemática cifra. Pero lo tenía claro. Llegaría. Todavía recuerdo la cara de extrañeza de alguno nada más comprarla; "Triumph, ummm" "no sé". Pues yo sí lo sé: Triumph. Y sé que acerté.
100.000 kilómetros de satisfacciones. 100.000 satisfacciones por kilómetro. No sé en que orden. O como diría un matemático; el orden de los factores...
Y la verdad es que ha sido mucho más fácil de lo que esperaba. Y es que los kilómetros sentado en ella pasan como sin querer, como si estuvieras pensando en otra cosa. No puedo asegurar que alguna vez no me haya dormido encima de ella. Aunque sea con los ojos abiertos. En alguna de esas jornadas de once o doce horas en su lomo. En varias ocasiones he hecho jornadas de más de 1.000 km y os aseguro que cuando la he parado, he pensado "podría seguir; perfectamente".
Es como dejarte llevar. Porque es solamente eso, dejarte llevar por su suavidad tricilíndrica. No tienes que preocuparte nada más que de la conducción de los demás. Tener cuidado. Porque ella hace todo lo demás. Te olvidas de la conducción sabiendo que ella pasará sin inmutarse por donde le digas. No importa que te confundas de marcha, das suavemente al gas y sus bajos te sacan. Incluso en 6º a 50 km/h, comprobado adrede en más de una ocasión. Es más, siempre que la he prestado lo he dicho: "prueba y verás como sale sin problemas". Considero que es una de sus virtudes. Es una moto fácil, sin perder personalidad.
Para éste mediocre conductor tiene una estabilidad y un aplomo más que suficientes. Tal vez porque nunca he abusado de su confianza. Esa curva, que parece más cerrada de lo que parecía, se soluciona con un extra de confianza en la tumbada.
También es verdad. Mínimo el 80 por ciento de los kilómetros que tiene son en carretera abierta a 90 km/h. Que le voy a hacer si es mi velocidad favorita. La velocidad a la que te da tiempo a rectificar si te despistas de más viendo un paisaje o buscando una foto. No hay más que echarle un vistazo a las crónicas de los viajes para corroborarlo. Y así lo seguiré haciendo.
Ahora que también... ¡Que fácil es subestimarla!. Cuantas sorpresas se han llevado alguno que otro con motos más potentes, más ligeras, más modernas; o todo a la vez. Y es que aunque no lo parezca le gustan los puertos de montaña y las carreteras reviradas como a la que más.

Debe notarse la carretera abierta a ritmo tranquilo pues, con un simple vistazo al motor, se nota que no tiene ni una triste mancha de aceite por sus juntas. Hace poco monté el tercer juego de plato, piñón y cadena. Los neumáticos si me duran menos de 21.000 km me mosqueo, jejeje. Y sobre los 60 mil kms se le intentó hacer un reglaje de válvulas. Y con las mismas que se abrió, se cerró porque todas estaban en tolerancia.

Con ella he estado en unas cuantas concentraciones. Aunque debo admitir que no soy muy amigo de ellas. Lo que le//me gusta es la "carretera y manta". Ha pasado por casi todos los paises europeos (ida y vuelta a Nordkapp) y en junio de 2014 hizo la vuelta a España, con la peculiaridad de que pasé, en mayor o menor medida, por todas las provincias de la peninsula. 

En todos estos km nunca ha tenido una duda, un no querer arrancar. Cruzando los dedos digo que nunca me ha dejado tirado y que estoy convencido de que será capaz de hacer otros 100 mil (si la paciencia lo requiere).