lunes, 22 de junio de 2009

Viaje a Austria.

El lunes día 22 de junio bien tempranito nos ponemos en marcha. El primer día, al igual que la último, es largo y pesado. Hay que cruzar España. Almería-Sabiñánigo. 923 km.
Aquí, preparados para salir.


Monotonía porque el camino es conocido. Aun así, el GPS nos dio un pequeño rodeo que nos retrasó bastante la llegada, pero de la que estoy encantado; pues es una carretera preciosa que no conocíamos que nos lleva a Alcalá del Júcar.


Continuamos dirección Teruel y al poco hacemos un alto en el camino para comer en ruta, a la altura de Libros.


Y por fin llegamos al camping. En la carretera de Bisecas que es la que teníamos que coger a la mañana siguiente. Pensábamos dormir en tienda de campaña, pero el día había sido largo y el cansancio manda. Dormir en una cama (y casi al mismo precio) era lo más recomendable. Al día siguiente sabíamos que empezaba la fiesta. Había que estar descansado. En el camping coincidimos con unos asturianos que estaban haciendo la Transpirenaica; una Fazer 600 (primer modelo) y una Gsx 600 F.

2º día. 561 km.
Al día siguiente los paisajes por fin empiezan a cambiar. Empiezan la frondosidad en los bosques y a mejorar un poco el clima.


Y al poco ya estamos cruzando los Pirineos. Como decía aquí empezaba lo divertido.




Cruzar Los Pirineos es espectacular. Lógicamente no íbamos a tomar las rutas normales, nos metimos por carreteras secundarias. Y al poco empezamos a encontrarnos los primeros puertos de montaña franceses. Por los que suele pasar el Tour de Francia.
El primero en el que paramos fue Eux Bonnes un pequeño pueblo camino de Lourdes. Como no, tenía en su iglesia un recuerdo a los caidos durante la invasión nazi. Esto es muy común en Francia




Lo único malo del tramo fueron las constantes obras. Había un montón obras en el asfalto con la consiguiente grabilla. Había que ir despacio y con mucha precaución y aun así, Adolfo y su Bmw estuvieron a punto de llenarse el hocico de pinchos, como el mismo dice.
Con estas, a medio día llegamos a Lourdes, un pueblo de los que dejo apuntado para volver con más tiempo.




No queríamos perder demasiado tiempo buscando la famosa gruta y beber su famosa agua curativa. Aunque llevaba las coordenadas en el Gps.
Nada, continuamos dirección Albi, Aurillac y Brioude; donde pensabamos pasar la noche. Aunque al final nos quedamos un poco antes de llegar a ese pueblo. Entre otras cosas, por el tiempo que perdimos buscando gasolina. Las gasolineras en Francia son una putada. No hay dependiente y solo se puede repostar en prepago con tarjeta. Pero claro, nuestras tarjetas en las gasolineras no sirven. Al final tuvimos suerte y pillamos a un muchacho que nos ayudó. Le dimos el dinero y el pago con su tarjeta.


Ya llevábamos un rato con lluvia. Así que paramos en el primer hostal que encontramos.

Otro puerto de montaña que se me olvidaba, despues de Eux Bonnes, antes de llegar a Lourdes es el puerto de L'aubisque, donde queda demostrado que los moteros y los ciclistas compartimos afición por los puertos de montaña.


Aquí bajando el mismo puerto, dejando paso al tráfico pesado.


Después de atravesar la campiña por carreteras deserticas, en la que el único recuerdo es ir adelantando tractores por una carretera sinuosa y de buen asfalto. ¡¡para que queremos más!!! Parece mentira que con tanto tráfico de tractores el asfalto esté en perfectas condiciones.
Eso es preocuparse del estado de las carreteras. Lamentablemente la peor carretera con diferencia de todo el viaje, fue una secundaria de Zaragoza, en la que no se podía pasar de 60 debido a los miles de parches. Parecía un auténtico mosaico. ¡¡¡Que asco!!! Veníamos amargaos y nos hizo perder muchísimo tiempo, con el calor asfixiante que hacía.
Aquí un alto en el camino a ver a "Gandalf" inmortalizado cuando fue peregrino. Y un espectacular árbol tallado, que junto a los pueblos medievales que atravesamos, te hace una idea de la época de los cruzados.







Pues carretera y carretera, que es lo nuestro y de vez en cuando uno se encuentra con unas vistas de las que merece la pena pararse.
Esta subiendo al puerto de L'Epine.







al que se llega por una carretera bien frondosa.


Hasta que llegamos a una de las ciudades con intención de visita en nuestra ruta, ya a punto de llegar al destino donde pasaríamos la noche.


Estuvo gracioso. Por este arco de acceso exclusivo servidumbre de vecinos, tenía un pivote en medio para que no entrara todo el mundo, se llegaba a una plaza donde cinco tías estaban danto un pequeño conciertillo de cuerda. Nosotros nos metimos esquivando el pivote y allí que llegamos a la plaza. Y con el ruido de los motores ni se escuchaba la música, y la gente mirándonos. Cuando nos dimos cuenta paramos y nos bajamos a una fuente de agua fresquita a beber y limpiar los cascos.










Dimos unas cuantas vueltas más por la ciudad, echamos gasolina y nos piramos al camping donde pensabamos dormir.
Aquí el Gps nos hizo una buena putada, nos llevó por una carretera que despues de un rato de curvas acababa en un pueblo y ya no había más carretera. Cuando llegamos a lo alto, nos hizo un cambio de sentido y se reprogramó.
Pero estubo bien, de ahí saqué una de las fotos que más me gusta de todo el viaje.


Y además me hizo ilusión ver las señales para los senderistas que indicaban la dirección para ir a los glaciares.


Menos mal que no estaba muy lejos y llegamos pronto a Séez y al camping. Y encima por solo 7 € la noche cada uno. Así, así, baratico, que vamos de tiesos.


Seguro que el dueño de este coche no tiene este problema.



El camping estaba en la misma carretera que debíamos coger al día siguiente.


La D1090 se llama ruta del Petit San Bernard. Y es la que nos lleva al siguiente puerto de montaña, con el mismo nombre. Guapísimo, como todos. Para que voy a decir más, que me repito. Donde te reciben los propios San Bernardos.




Y después de un rato de buenas vistas llegamos a la cima.


Lástima que no me llevara en su momento las pegatinas. Podría haberla dejado aquí. Españolas solo había una bandera catalana y una pegatina del motoclub carretera y manta. ¡Con lo bien que hubiera quedado la de moteros de huercal!!!! Da igual para otra vez. Porque por allí no es dificil que vuelva algún día.


Y ahí que nos vamos buscando el tunel de mont blanc. En el cartel de arriba lo pone. Lógicamente no es este. Me echaron esta foto en marcha y me gustó.


creo que 18 km de tunel. la verdad que impresiona un poco. Está todo completo de cámaras y radares. Entran de uno en uno y la distancia debe de ser de 200 m con el de delante a una máxima de 70. Al salir, si no has cumplido bien, te para la policía y a cumplir. Al que iba dos coches delante de mi lo pararon y tenían cuatro o cinco más.
Y al atravesarlo estás en Chamonix. Un pueblo muy enfocado al turismo, con lo poco que vimos, está muy guapo.
Aquí el Mont Blanc de fondo.


Bueno, pues continuando con la 4 etapa fue la etapa más dura por la cantidad de puertos de montaña que atravesamos. Salimos de Albertville, atravesamos el rato que nos quedaba de Francia, atravesamos toda Suiza, (aquí es donde nos separamos, Jorge y su Aprilia se van para Zurich y nosotros seguimos hasta el norte de Italia, donde dormimos). En Tirano, bonito nombre para una ciudad, si señor, (a lo mejor habría que conocer a su alcalde).
Pero de mientras dejo un par de panorámicas del camino.





Más de lo mismo. Curvas y curvas y paisajes expectaculares. A cada cual más guapo, pero no te puedes parar en todos, porque si no, no avanzas.
Aquí parece que hubieramos llegado a la cima del mundo.
Y cuando llegábamos a alguna cima y mirábamos para abajo. Deciamos: ¡¡Madre mí!! Por ahí tenemos que ir!!!.
¡¡¡Y tanto que sí!!!.


Lo malo de esta etapa es que parecía revienta motores por la cantidad de puertos de montaña y el montón de kilómetros bajando puertos con la moto en segunda. En cuanto la moto paraba un poco a ralentí, la temperatura subía escandalosamente. La Bmw, refrigerada por aire aceite, se bebió casi un litro en esos cuatro días. Algo lógico. Adolfo, el dueño, está acostumbrado a añadirle su tragito cada 2.000 km, pero con esta ruta fue bastante más.

Bueno, vamos a seguir por el 5º día. 507 km.
Aquí os dejo una vista desde donde nos quedamos a dormir en Tirano. Un Bed and Breakfast por 25 € cada uno y estaba pero que muy bien. Una habitación grande, con cocina incluida.
Y ahora unas fotillos como muestra de las diferentes montañas rusas por las que circulamos.


Esta foto es de los famosos tornanti, auténticas herraduras. Esta foto es subiendo el Stelvio, y la señal nos indican los tornanti que nos faltan para llegar a la cima.
En fin, muy divertido y totalmente recomendable.
Una vez arriba te encuentras tiendas de souvenirs y sitios donde comer.
 2760 metros de altura no está nada mal. Aquello es un verdadero peregrinar de motos y bicicletas.
 En Merano nos encontramos con esta original y bonita esquina.
 La intención era ir a recorrer Los Dolomitas antes de llegar a Austria pero como amenazaba muy mal tiempo en esa dirección, de echo nos mojamos. Nos fuimos en dirección contraria donde brillaba el sol. Creo que no nos equivocamos del todo. Recorrer Los Dolomitas con lluvia no debe ser del todo gratificante. Para otro viaje...
Así que fuimos dirección Innsbruck, por Sarentino y el Tirol ilaliano, que tambien nos pareció una maravilla. Nos extrañó que muchos km antes de salir de Italia hablaban aleman. Como el austríaco; se te pierde la vista entre praderas de un verde muy brillante.


 Esta una foto del primer pueblo de Austria, en el que paramos un rato. Como todos en Austria muy limpios y cuidados.
 Estoy seguro que Innsbruck tiene otra entrada bastante más bonita que ésta. Pero bueno...   nos vale.

 No está mal la casilla.
 La excusa del viaje a Austria fue los Tridays, la concentración mundial de Triumph y cuando llegamos a donde se suponía que estaba la inscripción nos encontramos este ambiente desolador. Que mal rollo. Menos mal que avanzamos un poco y nos encontramos con que solamente habían desplazado el sitio por la lluvia.
 Esta es una vista desde el hotel donde nos alojamos.
 Ese del fondo es el hotel en cuestión.
 El destino. Donde se celebraba la concentración. Neukirchen am großvenediger. Algunas fotos del pueblo y de la concentración.










 La gente alucinaba cuando veían las matrículas españolas. Eramos con diferencia los más lejanos. La mayoría de extranjeros eran italianos y alemanes, y muchos cuando pasaban y veían las matriculas nos exclamaban: ¡Wuau España! y hacían señas como diciendo ¡menudo viaje!. O llamaban la atención de sus compañeros para que vieran de donde veníamos. ¡¡Bastante emocionante!!.
Alguno sí se animó a preguntarnos por el viaje.


 Adolfo dejando claro cual debe ser uno de nuestros próximos destinos. jejeje. ¡¡¡Por supuesto!!! Todo un clásico.








 Lo que decía de la belleza del Tirol.
 Y los pueblos cuidados y limpios. Es muy típico que tengan las fachadas pintadas.

Marient plaz, en Munich. El centro de la ciudad. Impresinante.
Esta es la mejor foto que he encontrado en internet, aparece en blog-alemania.com

 Dando vueltas por la ciudad encontramos otras buenas fotos.

 Y un hard rock cafe bien surtido.
 Para los aficionados al futbol...


 Y la moto de Adolfo quiso volver a casa de sus padres. Y con las mismas abandonamos la ciudad. Dirección Zurich, a recoger a Jorge y su preciosa Aprilia.





 Entrando de nuevo en Austria.
 A las puertas de Liechtenstein. Que se atraviesa sin darse uno cuenta.


 Uno de tantos pueblos suizos que nos encontramos por el camino. Es lo que tiene hacer las rutas exclusivamente por carretera, huyendo de autovías y por supuesto autopistas.


 De nuevo en Francia, en Le Puy en Velai, nos acercamos a ver una capilla excavada en la piedra.



 Esta fue nuestra pricipal visión. Kilómetros y kilómetros de negro asfalto, jejeje. ¡¡Precioso!!.
 Ya nos quedaba poco para llegar a España. jeje
 Ahora sí, en España y ya como colofón para el último día, una visita al histórico pueblo de Belchite, derruido en la guerra civil y mantenido tal cual desde entonces como recuerdo. Merece la pena una visita. Es como el francés Oradour sur Glane pero en España hay cosas que por lo visto no sabemos enfocar al turismo.





Y con las mismas y despues de otros casi 900 km en casita. Y fin del viaje, claro.