sábado, 11 de junio de 2011

Triumph Tiger 955


Aquí diciéndole hasta luego a mi pueblo actual.
Realmente no hemos preparado mucho para este viaje.
Tan solo llevo el Gps, un mapa general de Europa; pues el mapa de Noruega y Suecia que compré se me olvidó. Una vez en Noruega el compañero compró un mapa en una gasolinera que, en verdad, tampoco hizo falta.
Lo que sí nos fue de muchísima utilidad fue un listado en pdf en el que teníamos todos los albergues juveniles de europa (disponible en "infernet" para el que lo necesite. hihostel.com) Son muy asequibles, aunque a veces tengas que compartir habitación. Gracias a ellos el presupuesto no se nos ha disparado.
Ropa para varios días. Ya la hiremos lavando por el camino. Y comida... mucha, jejeje. Que allí está imposible para nuestra delicada economía.

El 1º día toca atravesar España, dormiremos en Los Pirineos. Entre unas cosas y otras, y sobre todo por evitar las aburridas autovías, llegamos casi de noche y con más de mil km a la espalda. Pero no pasa nada. Por ahora la ilusión nos puede.
Unas cuantas fotos atravesando España.
En esta foto de abajo estábamos comiendo, cuando de pronto se nos acerca un hombre a darnos charla, o más bien a deprimirnos.
-Que buenas motos. Vais de viaje! (le decimos por encima nuestrea intención de viaje) ¡pues tendréis mucho dinero y buenos trabajos!.
En fin... Una serie de frases y apreciaciones que ciertamente, le hubiera agradecido que hubiera pasado de largo porque, casi que me fui con la sensación de que mejor me volvía y ahorraba.
Museo de la mina en Mequinenza. He pasado ya unas cuantas veces por aquí y para mí esto es nuevo. Fotillo, estirar las piernas y a seguir.

Hasta que llegamos a Les y un fallo con el alojamiento nos hace perder tiempo y kilómetros y retroceder hasta Salardú.
En ese momento el compañero Adolfo suelta una frase que inmediatamente se convirtió en mítica por su veracidad: "Siempre que intentamos ahorrarnos un duro nos cuesta los dineros" jejeje ¡¡BUENÍSIMA!!
Por otra parte; precioso el Pirineo, posiblemente de lo que más me ha gustado de todo el viaje (y eso que ya lo tengo visto).


Vista del albergue en el que nos quedamos.

El 2º día tenemos la intención de subir lo máximo posible de Francia dirección Luxemburgo, pero la tediosa carretera nacional francesa, por un lado, llena de glorietas y de pueblos que se tarda un montón en atravesar y el mal tiempo, por otro, nos hace que no avancemos lo que esperábamos. Ese día nos alojamos en un pueblo llamado La Châtre, no está mal. Antes, aunque con poco detalle, hemos visitado el pueblo arrasado en la 2º Guerra Mundial que permanece tal cual; Oradour sur Glane. Vamos el Belchite francés pero rodeado de una estela turística.

Y un par de vistas de La Chatre.


3º día. Ya llevamos retraso y por nos vemos obligados a pasar de largo por Luxemburgo y Bélgica. Pararemos a dormir en Holanda, concretamente en Maastricht.
Auxerre, uno de los tantos pueblos que atravesamos que merecieron una foto.
 En Francia es fácil ver monumento recordando a los caídos en la guerra mundial. Incluso en pueblos pequeños.

 
Aquí buscando nuestra dirección correcta.
Belgica se atraviesa en un plis, nosotros para variar lo hicimos con lluvia. Por eso no tenemos apenas fotos.
Menos mal que paró en Maastrich y pudimos dar una vuelta.
Esta simpática escultura ofrecía tabaco.
 Fachada del hostal donde dormimos.
Otras fotos de la ciudad muy cercanas al hostal.

¡¡ Menuda heladería esta de arriba, que parece la torre de pisa!!. ¡Volvería por allí aunque solo fuera a comerme otro!

Día 4. Otro considerable tute de carretera, y lo que es peor autovía y las famosas atopista alemana sin límite de velocidad. Nosotros a nuestro ritmo. En realidad son muy pocos los que van verdaderamente rápido. Aquí una foto del camino cortesía de Adolfo.
Una foto a la entrada en Dinamarca. El Skoda de atrás era un coche camuflado con dos policías uniformados dentro. Yo creía que nos iban a llamar la atención. Quizás por pisar la hierba. Pero no. Llegaron justo cuando estabamos dejando las motos junto a las banderas, seguro que se pensaron que seríamos capaces de soltar alguna. Justo cuando nos fuimos nosotros se fueron ellos tambien. Luego los volvimos a ver en una gasolinera.
Atravesamos Dinamarca por autovía y pronto estamos en Odense donde paramos ese día.
Aquí la fachada del hostal donde nos quedamos.


Me gustó la ciudad, me pareció muy cuidada. ¡¡Y por supuesto, abarrotada de bicicletas!!.
Algunas fotos de la ciudad.





En Dinamarca se empieza a notar que la noche dura poco. Cuando me acosté a las once más o menos había claridad y a las 5.30 ya estaba amanecido. Empezó el primero de los siete días que estuvimos sin ver la noche. La verdad, eso sí es una experiencia curiosa.

Día 5. Nuestra intención; dormir en Oslo. Lo conseguimos, pero a fuerza de mucha autovía. Contra pronóstico, ya vamos por el tercer día de autovía pura y dura. Pero las circunstancias mandan. 
El cansancio, la hartible autovía y el frío van calando en nuestras ganas de viajar.
Abandonamos temprano Odense y nos dirigimos dirección Malmo (Suecia), pasar por el famoso puente-tunel es un de los imprescindibles de este viaje. Con un poco de pena pasamos de largo por las indicaciones de Copenague. Me habría gustado parar, pero no se puede. Son demasiadas ciudades en las que me gustaría parar. Y no hay ni tanto tiempo ni tando dinero para visitarlas todas. Habrá que dejarlo para otros viaje.
Aunque la foto no hace mucha justicia, se siente algo especial cuando atraviesas este mítico Puente-túnel. Es de pago, si no recuerdo mal 22 €.
Como en principio íbamos bien de tiempo, decidimos dejar un rato la autovía para poder disfrutar algo de la carretera sueca y los pueblos que atraviesa. No atravesamos ninguno especialmente destacable, pero todos se veían cuidados y con encantos. Todo muy verde, como puede apreciarse en las fotos.






Hasta que empezó a hacérsenos tarde y tuvimos que volver a la autovía hasta Oslo. De agradecer que en las autopistas de Noruega, si no hay túneles o puentes que destacar por su construcción o longitud, es gratuita para las motos.
Con esas empezó a llovernos, un rato antes de llegar a la ciudad. La dirección del hostal que buscábamos era incorrecta y en el gps no aparecía. Después de malpreguntar haciendo gala de nuestro insuficiente ingles, nos indican y tardamos un rato en dar con él, (hasta que gracias a las casualidades el compañero vio el letrero a lo lejos).  Y encima nos dice que está lleno. Pero que además nos na a costar trabajo encontrar alojamiento porque esa noche actuaba Bon Jovi, y estaba todo lleno.
Menos mal ella misma hizo sus llamadas y nos mandó a uno al lado del aeropuerto que por cierto estaba bien.
Entre que estabamos lejos de la capital y que aunque en ese momento no llovía, sí amenazaba con hacerlo. La ciudad se quedó sin visitar. Cuento, y me llevo otra ciudad sin visitar.
En la foto la fachada del hostal. El recepcionista, también motero (Bmwero), se interesó por nuestro viaje y se quedó un poco extrañado al ver mi Triumph y exclamó British?? Como si le costara creer con otra marca fuera de Bmw se pudiera viajar. jeje. Tuvo su gracia. Nos dijo que dos semanas después el tenía intención de viajar en su moto a Portugal. (Pues nada amigo, suerte con tu bmw, que a veces tambien fallan, jeje).

Esa noche precisamente tuvimos que compartir habitación con una pareja de alemanes que recorrían la zona noruega en bicicleta. Y con otro que seguro tenía relación con la aviación, como equipaje llevaba una maleta pequeña y el portatil. Eran bastante simpáticos. Estuvimos hablando un buen rato de nuestros respectivos viajes. La mujer decía que había visitado España y que aquí no se podía respirar del calor que hacía. La verdad es que nos dio por reirnos, jeje.
A ver si la que no puede respirar eres tú por lo que sea, que de cinco que fuimos ella era la única que roncaba, jejeje.

Día 6. Nuestra intención hacer algo más de 600 km para llegar a Molde y quedarnos a las puertas de la famosa y preciosa carretera 64 del Atlantico Norte, para disfrutarla descansados al día siguiente.
Este día sí que fue divertido. Fue el primer día que no tocamos autovía. Lo que si tocamos fue un camino de tierra de unos 12 o 13 km. A pesar de ser camino estaba bien prensado y nos llevó, a mi parecer, a fotografiar una de las mejores vistas del viaje, aunque la foto en sí desmerece bastante.
  Si al menos la hubiera hecho panorámica, pero no. En fin, en mi recuerdo queda como muy buena, jeje.

El principal miedo de Noruega son las multa. Un exceso de velocidad no muy elevado te puede costar 600 o 700 €. Tal vez por eso, ese dia nos salimos del todo de la ruta "comercial" y conocimos un poco de la Noruega más profunda, donde tambien tienen carreteras locales estrechas y malas, pueblecillos enanos que no dan muy buena sensación. ¡¡Como en todos sitios!! (allí también cuecen habas, jeje).


¡¡¡Y que contento estoy de mi moto!!!!! Esta foto se la dediqué a ella, jeje.
Lo que sí da gusto en Noruega son sus areas de descanso. Pasa igual que con los camping, hay cada muy pocos km y están muy bien. En cuanto a las areas suelen disponer de baño y agua corriente y lo más importante es que están limpios. Muy de agradecer, no como en España.
Y así andábamos hasta que empezaron los fiordos que ya no nos abandonarían hasta llegar a Nordkapp. La primera vez que ves uno te puede impresionar. Si que son bonitos de ver, pero al fin y al cabo son casi todos lo mismo. Nosotros terminamos hartos de fiordos.
La sensación final que nos quedó es que Noruega tiene un paisaje muy monótono. Nosotros estabamos deseando atravesarlo. Fiordos y bosques y bosque y fiordos en los más de 2.500 km que hicimos por este pais.Gracias que al menos tuvimos suerte con la lluvia.
El sentimiento general en cuanto a las carreteras es que dejan que desear. Seguramente por la climatología que tienen que soportar. Pero estaba muy deteriorada, había socavones de vez en cuando. Y lo más peculiar es que de vez en cuando tienes como unas zanjas que atraviesan la carretera entera, en la que pegas unos llantazos tremendos. No me extraña que la velocidad máxima de la carretera sea de 80. Con lo que se hace terriblemente pesada. ¿¿Más de 2.500 km a 80??? ¿¿Cuanto tiempo necesito?? Aun así tardamos 4 días de Oslo a Cabo Norte.
Nosotros empezamos respetando los límites pero nos aburrimos pronto y nos arriesgamos mucho a multas; tuvimos suerte. Lo que decía estabamos deseando salir del pais.
Como el turismo no es lo nuestro, pasamos por muchas ciudades importantes pero no paramos en ninguna; Kristiansund, Trondheim, Mo i Rana, Narvick, Alta. Tan solo nos llevamos alguna impresión al atravesarla.
Algunas fotillos de los fiordos y de Molde.








Los días 7º 8º y 9º los dedicamos en exclusiva a la carretera, nos quedamos a dormir por el camino en el primer camping que vimos o que pudimos. Algunos camping no aceptan euros y nos tuvimos que ir al siguiente. Por eso es recomendable no agotar mucho la tarde. Me resultó curioso el horario de atención al público de los que nosotros visitamos, de 15 a 23 horas. Esta gente tiene el turno camiado. Pero es lógico a las once de la noche hay un sol que todavía encandila.
Lo más destacable en cuanto a la ruta es lógicamente la carretera 64. Leí en internet un estudio que la catalogaba como la carretera más bonita de europa y la verdad es que no seré yo quien le quite ese título. Es IMPRESIONANTE, vas saltando de islote en islote por puentes o túneles. A mi parecer, merece la pena desviarse del camino para recorrerla.





 Carretera y manta y nos adentramos en el Norte de Noruega. Nos impacienta saber que nos queda menos, pero aun estamos a dos días de camino.

Ese día nos quedamos a dormir en un camping donde sus habitaciones habían sido diseñadas por una de las personas más ilustres en cuanto a interiorismo se refiere y que no sabemos su nombre pero sí sabemos de su obra; colocar un armario en mitad de la cama. Buenísimo!!!


Aqui otro fiordo.
Y subiendo, subiendo, por la E6 que atraviesa el pais entero sin necesidad de gps, empieza un frio espantoso y de pronto llegamos al Circulo Polar Ártico.

Un sitio bonito pero ¡que frío! allí nos encontramos con una tienda de suvenirs, un monumento conmemorativo de cuando los rusos echaron a los nazis de esta zona. Muy emotivo para el que le gusta todo lo relativo a la segunda guerra mundial (como es mi caso).

  
Y un monolito con la latitud donde empieza el círulo polar ártico.
 Curiosamente, cuando nos fuimos dirección norte, cuanto más subíamos de latitud más bajábamos en altitud, jeje, y volvió un agradable calor.
Nos paramos a hechar una fotillo de otro de los muchos fiordos que vimos.

Y mientras esperábamos a que nos abrieran paso en un tunel con un carril cerrado por obras, aprovechamos para que el encargado nos hiciera otra foto.
Al poco de esta foto se nos acabó la carretera. Fue un despiste, la verdad. Creíamos que no tendríamos que coger ningun barco. Pero de pronto nos vimos sin carretera y estabamos lejos para dar la vuelta. Encima el barco tardaba poco en salir. Así que, no sin estar un poco temerosos metimos las motos donde nos dijeron y a disfrutar del camino en barco y las buenas vistas que nos ofreció de un nuevo fiordo. Las motos no hubo que amarrarlas.
En el barco conocimos un alemán tambien aficionado a las motos que viajaba con su familia en autocaravana tambien hacia Cabo Norte. Nos preguntó un poco acerca del viaje, km, días, problemas... lo típico. Y nos dijo que cuando regresara a su pais tenía la intención de ir con la moto a recorrer Escocia. En fin, habríamos hablado más si mi ingles hubiese sido un poco más bueno. ¡Good luck and good bye!! me dijo ¡¡¡Buen viaje compañero!!!



La verdad es que mirando el mapa, el barco mereció la pena.
Pues nada, en cuanto bajamos, a lo nuestro, carretera y manta y a seguir disfrutando de la carretera y de las vistas. Aunque ya, que todo hay que decirlo, estabamos deseando llegar a cualquier sitio. jeje. Estabamos un poco cansados de Noruega, de fiordos, y de mala carretera con límites hartibles que no respetábamos.


Noruega está abarrotada de camping. Hasta que buscas uno, claro. Nos pegamos casi dos horas para encontrar el próximo. Tambien tiene parte de razón, cuanto más al norte, las condiciones del clima son más duras y no hay tantos pueblos o ciudades.
Para uno que encontramos, lo llevaba una viejecilla que no cobraba ni con tarjeta ni con euros, a lo que tuvimos que irnos al próximo. Nos dijo que el próximo estaba en la carretera y no muy lejos. Nosotros no lo vimos. Y seguimos y seguimos hasta que llegamos al peor del mundo. Cerca de la ciudad de Alta.
Lo llevaba una mujer pesetera como ella sola, que no tenía ninguna intención de entendernos. Cuando le preguntabas algo en ingles, (por wifi) que no te entendía, pero lo curioso es que te decía "nada, nada" y le pregunto en español si me entendia y me dice "no, nada, nada". Le hago la señas como de escribir en un ordenador y "nada, nada" pero la perraca si sabía bien lo que le tocaba devolvernos al cambio en coronas. Nosotros le pagamos en euros y ella nos devolvió en coronas. ¡Seguro que la perraca sabía hasta birmano!.
Encima nos dio el hitter más alejado de los baños. Pero bueno. 20 euros por persona a los pies de un fiordo no está mal.

Esta foto está tomada a las 10:30 de la noche.
Y esta otra a las 01: 10 de la mañana. Impresionante.
El siguiente día fue el día de los renos. Se estaban haciendo esperar. Estabamos a 300 km de Nordkapp y llevabamos cientos de km viendo las señales que te avisaban de su presencia pero aun no habíamos visto ni uno. Lo que sí habíamos visto y sufrido son las ovejas que hay sueltas en los arcenes de la carretera. ¡¡Que sustos te meten!!.

Al 9º día llegamos por fin a Cabo Norte, con muchas ganas de terminar por fin con la parte Noruega (Aunque solo sea por cambiar, jeje, que se hizo muy pesada).
Aquí otra foto un poco alejada de otro de tantos fiordos con montañas nevadas al fondo.
Y de pronto empiezan a aparecer los renos. Hasta que al final los aborreces. Pueden ser muy peligrosos. Son una de las causas por lo que el límite de velocidad es tan bajo.

 Algunos te miran desafiantes.
Hasta que, casi sin darte cuenta empieza a cambiar el paisaje. Desaparecen los bosques, (se mantienen los renos) y ya te vas dando cuenta de que te queda poco para tu destino (y no solo porque lo ves en las señales, jeje) y te imaginas lo duro que tiene que ser por aquí el invierno para que no haya ni un arbolico.



                    

El último tramo, el que te lleva al famoso monumento, es un tramo bonito, mucha curva y buena carretera aunque totalmente plagado de autobuses de turistas.
Algún recuerdo que destacar. El frío que hacía que te congelaba las manos aun con buenos guantes de invierno y que al llegar estaba nublado. Cruzarte medio globo terraqueo para una foto y que luego esté nublao no tiene se paga ni con mastercard. Menos mal que algo se veía.
 Aquí el amigo Adolfo con uno de los que te dan la bienvenida al llegar al complejo.

Como nota discordante a mi parecer que para entrar al complejo tienes que pagar 30 € en un peaje que hay unos pocos metros antes. Para mi un abuso, en el que no me volverán a pillar. Pero ya se sabe; hacer turismo es dejarse engañar.
Recorremos lo andado hasta el cruce que dejamos atrás anteriormente. Pasamos cerca del famoso hotel de hielo que tantas veces ha salido en la tele diciendo que lo regentan unos españoles. Pero nuestra intención no es visitarlo. Nuestra intención es largarnos lo más rapidamente. Que sigan los noruegos pagando la gasolina a la friolera de 1,99 € el litro. ¡¡¡Adios Noruega!!!
Empieza la segunda etapa del viaje; ¡¡Finlandia nos espera!!.
¡¡¡Vendita Finlandia!!! La ilusión con la que empezamos nos duraría poco, jeje.
Y nos duró poco porque pronto empezaron a caernos chaparrones. Pensábamos acercarnos a la frontera con Rusia por el norte, cerca de la ciudad finlandesa de Inari, pero debido a la lluvia renunciamos a la idea. Tendríamos otra oportunidad de acercarnos a la frontera con Kaliningrado desde Lituania. Fuimos, pero al final un poco ruinosa la visita.
Volviendo a Finlandia. En la foto la señal divisoria entre Finlandia y Noruega.

Mención aparte tienen los mosquitos. Miles y miles de mosquitos salvajes, jejeje. Sí, ¡¡¡salvajes!!!, por los picotazos tan tremendos. ¡Que ronchas dejaban!. Increible. A mi nunca me habían picado mosquitos en el cuero cabelludo. Y lo que es peor es que te picaban en movimiento. A mi me picaron tres veces mientras desmontaba las malestas. Totalmente insoportable. No he visto jamás tanto mosquitos junto. Y eso que llovía y hacía frio.
Horrible.

En todas estas nos dio tiempo a visitar el complejo de Santa Claus, en Rovaniemi. Todo muy turístico. Si no fuera por la típica y mítica foto en los paneles de las ciudades y en la franja del circulo polar.



Lo mejor de todo fue el hostal en el que dormimos. Muy guapo. Todo de madera. Y muy acogedor. Tambien era camping. Lo malo fue llegar a él. Con la que nos estaba cayendo y encima tuvimos que hacer 9 km por camino de tierra que ya estaba bien embarrado y encharcado. Aun no sé como llegamos enteros.

Las motos se conformaron con dormir bajo techo.
Al día siguiente pensabamos llegar a Helsinki para coger el barco hacia Estonia, pero harto de lluvia y calados nos vimos obligados a parar en una habitación de uno de los peores camping del mundo. Sin nada que hacer ni ver. Sin wifi. y sin ganas de estar allí.
Y encima, al poco de estar alojados, empezó a lucir el sol. Hubieramos llegado de sobra a Helsinki. Pero bueno, para el día siguiente.
 Entre medias, yo seguía con mi problema de la cadena. Ya le quedaba poco que tensar. Pedía un cambio a gritos.

 Al menos las motos tambien pudieron resguardarse de la lluvia.
 Y aprovechando para secar un poco la ropa.
Al día siguiente por fin llegamos a Helsinki. Lo poco que recorrimos de la ciudad buscando el puerto, nos dice que merece la pena ser visitada con tranquilidad. Como casi todas por las que hemos pasado.
Algunas fotos desde el barco.


Y por fin llegamos a Estonia. El barco nos deja en la capital, Tallin. Una ciudad que me sorprendió muchísimo. Muy cuidada y que parecía tener mucho casco histórico. Lo primero es lo primero, y eso es cambiar la cadena de mi moto. Mirando por internet veo que solo hay un concesionario Triumph en todo el pais. Lo encontramos y nos dice que no tiene apenas nada en stock porque lleva muy poco tiempo montado. Gracias a que el dueño hace uso de sus contactos. Llama por teléfono y me dice que él no me puede ayudar pero que un amigo suyo sí.
El mismo me introduce la direción del taller de su amigo en el gps y hacia allí que vamos. Menos mal, se portó de maravilla. El taller estaba cerrando y por la tarde no abría. Pero me hicieron un gran favor y se quedaron a cambiarme aquello. Y encima no me cobraron demasiado. Más o menos lo mismo que me hubiera costado en cualquier ciudad de España. 260 €.
Por las prisas del cambio de cadena y por intentar avanzar un poco no tenemos apenas fotos de Estonia. Aquí una a la salida. Entrando en Letonia.

Atravesamos Estonia, que se tarda poco, y nos acercamos a Riga, la capital de Letonia, para pasar la noche. No nos equivocamos. Una ciudad muy guapa. Que además al día siguiente era fiesta y estaba abarrotada de gente.
Con diferencia estos paises del este y centro europa es lo que más me ha gustado de todo el viaje. Me hubiera gustado entrar en más ciudades, pero no se puede pedir tanto...








 Al día siguiente y con lluvia, para variar, abandonamos Letonia y entramos en Lituania.


Pais que casi atravesamos sin parar. Nos quedaba mucho viaje. Solo perdimos tiempo, y no poco, en intentar llegar a la frontera de Kaliningrado. Pero antes de llegar vimos unas barreras, y gorras de plato de la policía. Como no llevabamos carnet internacionao para entrar en Rusia y yo ni siquiera llevaba pasaporte. No tenía ganas de que la policía empezara a cobrarme cosas raras de las que tanto se ha leído en los foros. Así que volvimos sobre nuestro pasos, hasta que volvimos a coger dirección Polonia.
Lo bueno, que atravesamos unos cuantos pueblos fuera de la ruta turistica habitual.






Lo que más pobre me pareció de todo el viaje fue Polonia. Coches como el Seat 133 (Fiat 133) que aquí hace al menos 18 o 20 años que desaparecieron de nuestras carreteras, allí es muy habitual. En ningún otro de los 20 paises que hemos atravesado hemos visto una flota de coches tan viejos.
Los pueblos tambien daban la sensación de estropeados y descuidados. Tambien hay mencionar las carreteras. Que están echas una pena. Aunque estaban renovándolas. Hemos tenido muchos km de obras. El motivo lo leí en internet, en la propia página de turismo de Polonia. En 2012 la Eurocopa de futbol se celebra allí y por eso están modernizando las comunicaciones.
Ese día hicimos poco turismo.

 Estas en los alrededores del campo de concentración de Auschwitz.


 Y esta, muchos malos kilómetros de carretera polaca.
La Republica Checa tambien nos recibió con lluvia. Gracias que al rato nos dejó respirar y disfrutar un poco de sus carreteras y paisajes. La parte de pais que nosotros atravesamos era buena carretera y pueblos muy cuidados.


 A las pocas horas llegamos a Eslovaquia.
Una bonita vista con Bratislava al fondo, pero desde una carretera austriaca.
 
Y al poco llegamos a la frontera con Hungría. Y a buscar alojamiento. Nos quedamos a dormir en un pueblo llamado Körmend. Tenía bastante que ver, como todo Hungría. 


Al día siguiente había que coger el barco en Roma sí o sí. Pues había que coger el barco ese sábado noche o esperar al lunes. Sólo nos separaban algo más de 1000 km. Así que Körmend-Civitacchia de una tacada, atravesando de punta a punta Eslovenia por autopista . Como contrapunto, eso;  mucha autopista y lógicamente pocas fotos. Lo único que destacar es la visita al outlet de Ducati, y foto en la fachada de la fábrica. 
 Una vista de Eslovenia.
 Llegando a Venecia.


 Y el outlet, que para ser outlet no es que tenga precios muy populares que digamos. En fin, ya sabemos... En Ducati se paga mucha marca.

Desde Civitavecchia barco hasta Barcelona y así evitamos la tediosa y cara Francia. Y encima coincidimos con una fiesta en el barco. Estaba bien ambientado, ya lo creo. Por nuestra parte a dormir pronto que el día había sido largo y aun nos quedaba otro.
Desembarcamos con mucho retraso en el puerto de Barcelona, y en vez de buscar alojamiento, cogimos carretera y manta. Toda la madrugada viajando. Fue una decisión acertada que seguro que volveré a repetir. Sin tráfico, sin calor y con una velocidad media bastante buena. A las 05:20 horas se da por concluido el viaje.
Espero que el texto no aburra demasiado al que se entretenga en leerlo.
Ciao.