sábado, 23 de octubre de 2010

Rutilla almeriense.

Aprovechando una visita para enseñar la zona.
Por encima de las nubes

Las tres máquinas.

Una de las montañas rusas. Dirección Bacares, muy divertida.








Yo y la S4R prestada con Bacares al fondo.





Preciosa indiscutible.

Entrada de Cobdar

Bédar, último pueblo antes de volver a casa.

sábado, 17 de julio de 2010

Faro 2.010

La concentración de Faro será muy famosa, estará muy bien organizada y con unos conciertos de primera pero a mi no me gusta. Que le voy a hacer. El caso es que, casi llegando la fecha se nos viene a la cabeza. ¿Qué hacemos con Faro? ¿Vamos? ¡Pues yo solo voy si vamos en las clásicas!. Dicho y hecho. A Adolfo no hay que insistirle demasiado para que se apunte.
¡¡Y nos fuimos para Faro!!. Sí señor. ¡Quien dijo miedo! ¿A 1.300 km de nada?... A lomos de una Ducati Strada 250 del año 80 y una Lambretta 150 de 1966.
Aquí la 1º foto con la moto cargada. Preparada para la primera jornada hacia la casa del amigo Adolfo, dos cientos y pocos km.
 Aprovechando una cola a la altura de Guadix para echar una fotillo.
Y a la mañana siguiente bien tempranito con las dos máquinas en perfecto estado de revista ponían rumbo oeste.
 Durante el camino eran muchísimos los que se acercaban a ver las motos y a interesarse por nuestro viaje, de donde habíamos salido, años de las motos, etc. Y muchos más fueron los que nos pitaban al adelantarnos y nos saludaban efusivos haciendo aspavientos, levantando el pulgar, etc. Una pasada.

 Y las motos a lo suyo. Haciendo amigos y contando peripecias. Diciendoles al resto del mundo que nunca se habían aventurado a ir tan lejos, pero que les estaba encantando el camino.

 Hasta que llegamos a la frontera y nos hacemos una foto obligada en el cartel.

Hasta que llegamos a las puertas y a palmar inscripción. Ya podían dejarnos entrar aunque solo fuera por el mérito de las motos.



 Y aquí algunos de los enjendros que vimos por alli, que es lo más característico de esta concentración.

Por la noche decidimos salir a la ciudad a cenar. Y la verdad, no en muy bien momento. Adolfo se sentía mal y a la vuelta a la concentración fue a ver al médico que le dijo que tenía una fiebre bastante hermosa. Una pastillica y a dormir. Que le vamos a hacer. A escuchar los conciertos desde las tiendas, que tampoco está nada mal.
 Al día siguiente, aunque era sábado y se suponía el día fuerte, nosotros que ya habíamos visto lo visible y habíamos comprado lo poco que nos interesaba, cogimos de nuevo la carretera de vuelta.

Y a poco a poco, sintiendo cada uno de los kilómetros recorridos volvimos sanos y salvos.

miércoles, 23 de junio de 2010

Paseo por Andalucía 23, 24 y 25

 Con las protagonistas preparadas.
Jamilena al fondo
 Arjonilla


Embalse de yeguas.
Entrando en Los Pedroches.
    
 Preciosas carreteras para nosotros solos dirección Pozoblanco.


Camping en Pozoblanco
Monumento a la famosa plaza de toros de Pozoblanco.
En la entrada de Fuente Obejuna

Peñarroya
Fábrica abandonada en Peñarroya.
Un par de vistas de Sierra Morena pura y dura.
 Carretera de la Sierra Norte de Sevilla.
 La Sierra Norte de Sevilla es una carretera abandonada horrible para recorrer.
No me extraña que a la entrada pongan este cartel.
Embalse del Pintado.
Impecables las protagonistas. Kawa ER-6 y Tiger 955.
En el mirador de Sierra Padrona y Puerto Quejigo. Buenas vistas.
Vista de Santa Olalla del Cala
Camino de Aracena.
 Un alto en el camino para comer, con el agua fresquita del nacimiento del rio Odiel.




Muy bonita Aracena. Fin del trayecto ahora tocaba camino de vuelta. No menos interesante.
Y al bajar hacia la costa empezamos a ver los paisajes hechos a mano. Impresionantes.



Más que a mano los ha hecho esta máquina y alguna otra.
Hasta que llegamos a Barbate.
Barbate al fondo. Vista desde el faro.
Una paradilla culpa del gps en Vejer de la Frontera. No hay mal que por bien no venga.
Dejando paso al tráfico pesado.

También pasamos por el parque de los alcornocales y la sierra de grazalema.
Me gustan las fotos de las señales. jeje
Buena vista de Ubrique al fondo.
Setenil de las Bodegas, digno de ver.
Y con las mismas que dejamos este pueblo, regreso a casa, dando por finalizada la escapada andaluza.